lunes, 15 de abril de 2013


¡ Qué tales mangoS !

   Pueden ser medianos, pueden ser grandes, ¡pueden hasta ser enormes!; pueden ser duritos o blanditos; son siempre jugosos, y, según sea el caso, extremadamente deliciosos; son un placer para la vista entrenada y un tremendo placer hasta para el paladar menos curtido; y nadie, nadie, ni hombre ni mujer, puede escapar a sus naturales encantos; comérselos es una delicia, y aunque siempre me disgustó ver cómo lo hacían, ahora sé que chuparlos es un auténtico placer del cual es imposible escapar. Mangos, mangos, mangos, mami, qué ricos son los mangos...