La mala lechE
¿Qué tan benéfico en verdad es el consumo de la leche de vaca?
Y por añadido también ¿qué tan benéfico es el consumo de productos lácteos derivados de la leche de vaca?
Sin olvidar considerar el preguntarse además ¿qué tan benéfico es consumir alimentos en cuya preparación intervienen la leche de vaca y/u otros productos derivados?
Emerge de todo esto la siguiente pregunta: ¿por qué hay tanto interés en hacernos consumir algo que no es tan saludable como nos quieren hacer creer?
¿Y por qué actualmente hay tanto interés en lograr que los adolecentes consuman la mayor cantidad de leche (y otros derivados lácteos) posible?
Deben haber visto esta perla publicitaria en las calles de Lima:
Los adolescentes eskeitbordistas amantes de la leche de vaca de apariencia extranjera y bastante cools que en nada corresponden con la realidad de la masa adolescente de nuestro país. También hay otra publicidad similar con personajes femeninos que, siguendo la premisa racial anterior, nos ofrece la visión de una encantadora banda (¿de rock?) formada por atractivas a adolescentes.
Claro, graaaaaaaaaaaaaaaaan parte la publicidad que se hace en el mundo es un arte del engaño que vende estereotipos con los cuales se podría identificar un público objetivo con el propósito de hacer que ese público consuma lo que ni desea ni necesita. Pero las tácticas satánicas de los publicistas no es algo que me interese poner en evidencia aquí sino cuestionar una creencia generalizada en buena parte de esta Tierra.
"REPÚBLICA INDEPENDIENTE ADOLESCENTE GLORIA - CREADA PARA CRECER CONTIGO"
¿¡Jhonny, qué carajos es esto!?
Hay dos asuntos a considerar al ver esta foto. Primero: que se sigue promoviendo el consumo de la leche como algo bueno para el desarrollo/salud de un ser humano. Segundo: que el mensaje se dirige a que este consumo sea estimulado en un grupo específico de la población peruana (lo mismo está sucediendo en otras partes del planeta).
A ver... tengan en cuenta algo de lo que muchas personas ya están conscientes hoy en día:
NOS ESTÁN MATANDO CON LO QUE COMEMOS
Gracias a la magia de Internet (buscando bien y haciendo de lado lo cuestionable o inservible -es decir investigando-) uno encuentra verdades que son bastante preocupantes. Una de ellas es lo que está escrito en altas arriba. Eso ya dejó de ser un tema de teorías conspirativas. Eso es la Triste Realidad. Sobre el asunto de la alimentación asesina tampoco voy a extenderme. Vámonos solamente a por la Mala Leche.
Desde hace tiempo estaba encontrando información sobre la espinosa cuestión de si la leche de vaca es buena o es mala para el ser humano. Por un momento pensé que esto se refería solamente a la leche industrial de vaca, es decir la que es comercializada por grandes compañías en n países del mundo y cuyos intereses económicos (miren que estamos hablando de una industria que debe estar moviendo ya más de mil millones de dólares al año, y eso que creo que me quedo corto), unidos a los intereses de las demás industrias que bailan a su alrededor, han hecho que a pesar de que existen desde hace décadas estudios concluyentes acerca de la leche de vaca y su impacto en la salud de los seres humanos estos no sean divulgados de forma masiva. Pero los efectos negativos de la leche de vaca (y de otros tipos de leche no humana) se extienden hasta la leche sacada de las ubres de una vaca viviendo al estilo Familia Ingalls (osea en su granjita y sin medios artificiales para estimular la producción normal de su lechita).
Encontré entonces un artículo escrito por la blogera española (supongo que es española de nacimiento y no una alienígena en la Península Madre) Yael Farache. Les pongo el enlace correspondiente abajo y les recomiendo que lo lean con atención ya que es claro, sencillo de entender, bastante didáctico y concentra mucho de lo que se puede encontrar investigando en la Red.
Por favor LES RUEGO que lo lean.
No lo vean: LÉANLO.
Considero de suma importancia que esta información sea conocida por ustedes, sobre todo por aquellos que tienen hijos. En el caso de mi familia ya hemos cortado el consumo de leche y sus derivados en casi el 85% de lo que era nuestro consumo habitual. Y lo hemos cortado de esa manera tan radical ya que la leche de vaca o te enferma (o te enfermará) o simplemente (en el mejor de los ingenuos casos) no te sirve absolutamente de nada. Soy consciente de que el restante 15% (bueno, son porcentajes aproximados) no lo puedo evitar ya que en ciertas comidas aún usamos pequeñas cantidades de leche. Y cuando comemos fuera de casa uno no puede estar siendo muy quisquilloso con las platos, especialmente con los postres... Lo ideal sería no consumir alimentos en los que como ingrediente esté presente la leche de vaca o algún derivado, pero pienso que eso es, de momento, imposible.
La otra cuestión a considerar es el interés en que los adolescentes de hoy consuman leche de vaca.
Voy a ser algo truculento con este asunto.
"En el principio El Hombre dijo que la leche (voy a obviar "de vaca", supongo que se sobreentiende) era buena para los recién nacidos y los infantes, y los hombres les dieron de beber leche a sus hijos e hijas inocentes; en el segundicio El Hombre dijo que la leche era buena para los niños en crecimiento, y los hombres les dieron de beber leche a sus hijos e hijas ya no tan inocentes; en el tercerdicio El Hombre dijo que la leche era buena para los adolescentes, y los hombres le están dando de beber leche a sus hijos e hijas rebeldes (bueno, a ver si sus madres lo consiguen); y en el cautirticio (supongo que) el jodido Hombre dirá que la leche es buena para los adultos y los pobres hombres y mujeres beberán leche; y tal vez después ese Hombre chingón (pa concha) diga que para los ancianos también es bueno que beban leche y estos la beberán y morirán. Amén."
¿Siguen la línea?
Partan de la premisa de "NOS ESTÁN MATANDO CON LO QUE COMEMOS". A eso agréguenle que la aplicación en la práctica de esta premisa no es reciente sino que comienza a desarrollarse en los años cincuenta del siglo pasado. ¿Unen los cabos? Te voy enfermando y te sigo enfermando hasta matarte. ¿Se dan cuenta? ¿A quién beneficia que tú estés enfermo? ¿Ya lo cogieron? Y agrego algo mucho más triste: ¿por qué existe el interés de enfermar/asesinar a una gran parte de la población del planeta?
Aquí lo de la leche es una más de tantas, em, maldades. Sí, maldades, porque eso es lo que son: si tú sabes que algo que haces perjudica a otro, ¿lo seguirías haciendo?
¿Lo seguirías haciendo?
Dejo en sus manos la labor de investigación sobre el asunto de la leche de vaca (pero POR FAVOR no dejen de leer el artículo del enlace anterior) para que saquen sus propias conclusiones. Recuerden esto: no es mi intención convencerlos de que lo que escribo es la pura verdad. Mi intención es que ustedes descubran La Verdad por si mismos. Y de paso dense una vuelta investigando otros temas tan apasionantes como La Necesidad de las Vacunas, El Invencible Cáncer, Los Saludables Alimentos Transgénicos, La Industria de las Gaseosas Deliciosas, El Azúcar y Aquellos Transtornos Mentales y otros títulos de terror por el estilo.
Vivimos, acéptenlo, en una red de mentiras urdidas en beneficio de otros y en perjuicio de nosotros.
Conocer la existencia de esas mentiras significa tener una responsabilidad.
Al ser consciente de esas mentiras hay que hacer algo al respecto.
Hay que solucionar el problema de una u otra forma.
Si no es así entonces se pasa a ser parte del problema pues la negación y la inacción es parte de la conspiración, convirtiéndonos por tanto en conspiradores pasivos.
Así de sencillo.
Si tenemos la información nos formamos un juicio, y ese juicio debe responder a nuestro bienestar no solamente personal sino también grupal.
Te pido esto: comparte esta información o la información que por ti mismo vayas a encontrar. Hazlo por ti y por todos los demás, sobre todo si tienes hijos.
No seas parte del problema evadiendo lo que encuentras.
Soluciónalo.
Shanti, shanti, shanti.
"Jhonny, la gente está malditamente loca... Uatafak!"