Vivian maier: loquita selfiE
Mira Johnny que cada vez que inicio un
curso de fotografía le doy a mis alumnos un sermón parecido a este: “El arte es algo innato, lo llevan dentro de ustedes, en realidad todos
lo tienen pero si lo desarrollan o no eso ya es asunto suyo, solamente tienen
que despertarlo. Cuando les enseñe fotografía van a aprender a manejar las
herramientas necesarias para lograr expresar su arte personal y particular, sus
sentimientos más íntimos, a través de una cámara fotográfica; pero no crean que
conmigo van a aprender a hacer arte, eso es absurdo, eso es ridículo pues eso,
hacer arte, ya lo saben, lo único que voy a lograr con ustedes, recua de mulas, es guiarlos para
que ustedes se pongan a sí mismos en una imagen bidimensional con cientos o
miles de lecturas multidimensionales.” Por supuesto que las expresiones de
estado zombie que veo a continuación me dan a entender que la mayoría de los
estudiantes que tengo al frente no ha entendido ni un ajo de lo
que les he dicho, y que o me van a tomar por una luminaria académica del arte
de dibujar con la luz o por un pedagogo con master en chamullo. Sea como sea lo
que siempre quiero decirles es que el arte no es algo que se aprende sino que
se desarrolla desde adentro, que si no tienen algo particular que quieran
expresar de nada les va a servir que gasten su tiempo y recursos en
universidades, institutos o academias, y que de hecho muchos grandes artistas
no gastaron su tiempo en academias, institutos o universidades pues simplemente
aprendieron a sacar lo que tenían adentro de manera autodidacta, aprendiendo de
la vida, en la calle, aprendiendo de otros o simplemente guiándose por su
intuición (artística). Y mi perorata de inicio de curso se aplica casi con
absoluta precisión al caso de una mujer con una mirada muy particular de su
mundo y de su época y de sí misma, una niñera sin formación importante en arte alguna
que el día de hoy está llamando poderosamente la atención de los amantes y
críticos de fotografía, una fotógrafa anónima cuyo arte ha salido a la luz por
pura casualidad: la señorita Vivian Maier, la hoy célebre Loquita Selfie.